Pelirroja es usada como juguete y vaca humana

No hay nada más sexy que una mujer sumisa entregada a la voluntad de su amo. Una chica sometida voluntariamente sabe que tiene que obedecer y disfruta con ello. Recibirá azotes con una fusta que dejará su culo marcado durante horas, y al acabar solo dirá ¡Gracias señor! A Maria le pasa justo eso. Recibe el castigo de su amo con agrado y cada golpe de fusta es un grito silencioso de placer. Con cada marca su coño desnudo se humedece de lujuria, imaginando cuan de placentero será el próximo golpe. Maria, la pelirroja es usada como juguete y vaca humana que necesita ser ordeñada, y su amo lo sabe. Por lo que le aplica a sus pechos un succionador que le dejara los pezones duros y sensibles. Quedando listos para una sesión de pinzas de presión y una mordaza en su boca. Maria está encantada de que la usen como una vaca humana.